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El uso del ozono previene y repara los daños del frío en los cultivo
Las heladas o las bajas temperaturas mantenidas durante un tiempo afectan muy negativamente a la agricultura, incluso en los invernaderos. Muchas plantas no aguantan el frío intenso y quedan muy dañadas o incluso llegan a morir. Esta circunstancia provoca el descenso drástico de las producciones agrícolas y pérdidas. Una de la soluciones para prevenir y reparar los daños del frío en los cultivos es la utilización de sistemas de ozono para agricultura, que generan agua ozonizada para el riego y para la pulverización.
Los cultivos tratados con ozono son más fuertes, ya que el agua ozonizada hace que la raíz se oxigene y se fije mejor a la tierra, a la vez que evita que proliferen microorganismos que surgen del frío, el hielo y la humedad permanente. Así lo ha podido constatar OXI3 en los cultivos de sus clientes. El técnico especialista de OXI3, explica que “el ozono reduce al máximo las pérdidas de raíz y mantiene sus producciones a pesar del frío intenso. Pues el ozono usado en la agricultura por manos expertas enraíza, cura y desinfecta, mejorando la rentabilidad, optimizando la producción y ahorrando en productos químicos”. Hay que destacar, por otro lado, que cuando se produce una bajada de producción debida al frío, el precio de las frutas y hortalizas se eleva mucho en mercados y cooperativas.
Ozono y agricultura
El ozono es un gas con propiedades de purificación, desinfección y oxigenación. Sus principales aplicaciones en la agricultura son la inyección de agua ozonizada en el riego y los tratamientos foliares por pulverización (sustituyendo al sulfatado o al fumigado). El riego con agua ozonizada desinfecta las raíces y el sustrato, lo que impide enfermedades causadas por hongos o bacterias como Fusarium, pudrición bacteriana, Phytophthora. Por su parte, los tratamientos foliares con ozono evitan otros ataques bacterianos o fúngicos como la Botritis y ceniza.
El uso de agua ozonizada en cultivos permite incrementar la productividad de las explotaciones entre un 15% y un 40% si se llevan a cabo las metodologías adecuadas. No sólo porque cura y desinfecta, sino porque también enraíza y favorece la oxigenación de las raíces, ya que el ozono tras hacer desinfectar se convierte en oxígeno. Debido a esta cualidad, hay que destacar que el ozono no deja ningún tipo de residuo químico, ni en la instalación ni en el producto alimenticio.
Por otro lado, los equipos generadores de ozono reducen los costes económicos debido al ahorro en químicos, abono y agua de riego. Todo ello contribuye a incrementar de forma significativa la rentabilidad de la explotación.