Ozonoterapia aplicada en Medicina Veterinaria

La ozonoterapia es una terapia no farmacológica, que presenta excelentes resultados cuando se utiliza en animales. Sus principales beneficios se basan en la acción antimicrobiana, reducción del proceso inflamatorio, analgesia inmediata, bioestimulación y facilitación de la cicatrización de heridas.

En este contexto, Sciorsi et al. (2020) en su artículo de revisión de literatura tuvo como objetivo presentar los mecanismos de acción del O3 en el organismo animal y su uso en diferentes especies de mamíferos (bovinos, ovinos, caprinos, equinos, caninos y porcinos).

El uso médico de la mezcla de gases O3/O2, llamada ozonoterapia, se basa en el hecho de que el O3 se disocia rápidamente en agua y libera especies reactivas de oxígeno que pueden activar varios procesos bioquímicos dentro de las células. Esta disociación aumenta la disponibilidad de oxígeno y ATP para la actividad celular (Bhatt et al., 2016). El ozono se puede considerar un profármaco, ya que puede inducir la activación de segundos mensajeros en una cascada con múltiples acciones sistémicas y el consiguiente reordenamiento de las vías bioquímicas (Re et al., 2008).

¿Cómo se adminstra el ozono en los animales?

La administración de ozono se puede realizar por dos vías principales, la vía sistémica y la vía local.

Las vías sistémicas reconocidas científicamente son la insuflación rectal, que consiste en la insuflación de gas en la cavidad anatómica del recto, y la autohemoterapia mayor con ozono (O3-HTA) (Sagai y Bocci, 2011), que consiste en instilar una concentración precisa de O2-O3 en una cantidad predeterminada de sangre, ex vivo, luego de lo cual se administra esta sangre oxigenada ozonizada al mismo paciente (Bocci, 1994a; Bocci, 2006).

Para la aplicación tópica se puede utilizar agua ozonizada, aceite ozonizado, mezcla de gases O2-O3 y formulaciones cosméticas como cremas, aceites y espumas (Ðuri?i? et al., 2012a). Las principales vías de administración local de O3 comprenden las vías intramuscular, intradiscal y paravertebral, intradérmica, subcutánea y submucosa (Smith et al., 2017).

La única vía poco práctica para la aplicación médica de O3 es la inhalación debido a su toxicidad pulmonar. La epífora, la rinitis, la tos, el dolor de cabeza y, en ocasiones, las náuseas y los vómitos son efectos secundarios típicos en caso de inhalación de gases. No se debe administrar O3 en algunas condiciones específicas como embarazo, favismo, hipertiroidismo, miastenia grave y anemia (Nogales et al., 2008).

¿Cómo actúa un ozonizador terapéutico en el organismo de animales?

Al igual que en el cuerpo humano, cuando se aplica la mezcla gaseosa de oxígeno y ozono y llega al torrente sanguíneo por distribución sistémica, la molécula de O3 reacciona inmediatamente con varias sustancias, mostrando mayor afinidad por los ácidos grasos poliinsaturados y los antioxidantes, pero también pueden serlo los carbohidratos y las proteínas. afectado.

A través de estas reacciones producidas por los ozonizadores, se producen dos grupos importantes de subproductos: especies reactivas de oxígeno (ROS) y productos de oxidación de lípidos (LOP). El principal ROS que se produce es el peróxido de hidrógeno (H2O2), que actúa como mensajero del ozono, difundiéndose libremente en todas las células sanguíneas, especialmente en los glóbulos rojos.

A pesar de la pequeña cantidad de H2O2 presente en el espacio intracelular, esta sustancia es capaz de estimular importantes procesos bioquímicos sin causar toxicidad, debido a la presencia de antioxidantes en ese lugar. Así, el H2O2 es responsable de varios efectos biológicos y terapéuticos.

Los LOP son más estables que las ROS y pueden clasificarse como radicales alcoxilo (LO), lipoperóxidos (LOO), lipohidroperóxidos, F2-isoprostanos y aldehídos, siendo el 4-hidroxinonenal (4-HNE) el más importante (Bocci et al., 2009). ; Smith et al., 2017).

Con respecto a la concentración y respectiva acción del O3, los principios para el uso del ozono en medicina veterinaria son similares a los de la terapia en humanos, por lo que bajas concentraciones y menor frecuencia normalmente están ligadas a la bioestimulación y acción antiinflamatoria, mientras que altas concentraciones y mayor frecuencia están indicadas para obtener desinfección y actividad antimicrobiana.

SCIORSCI, R. L. et al. Ozonoterapia en medicina veterinaria: una revisión. Res Vet Sci. Oxford, v.130, n.1, p.240-246, 2020.